Cuando sientes el control de ti mism@. Gracias PARAPENTE VEJER!
El motivo de compartir la experiencia del otro día con tod@s, no solo se basa en contaros lo extraordinario que resulta estar suspendida en el aire y notar el mundo a tus pies… Va mas allá de eso, se trata de un aprendizaje personal que encontré por casualidad. Lógicamente la adrenalina te hace sentir VIVO, pero cuando superas el miedo, buscas solución a tu pensamiento, eso es algo maravilloso.
Tuve sensaciones contradictorias, pensamientos amenazantes antes del despegue, ¿Y si tengo un ataque de ansiedad?, ¿Y si tengo un accidente?, No soy capaz…, ¿Realmente quiero esto?… Después aparecieron las reacciones compensatorias, “No te tires” “No hay necesidad” “No estamos en las mejores condiciones” básicamente deseos de huida, basados en todos esos pensamientos tremendistas que me rondaban, hasta que dije, “BASTA”.
Puse los pies en el suelo, empecé a dar soluciones a esos pensamientos que me invitaban a retirarme de la situación ( así funciona el miedo, sutilmente te va comiendo terreno). Comencé a reforzar pensamientos que relativizaban y daban seguridad, fui adquiriendo el control y aceptando lo que iba sintiendo en el proceso. Esto es lo idóneo en nuestro día a día en la gestión del miedo y la ansiedad.
Desarrollar herramientas para moldear mis ideas, adquirir esa fuerza y darme cuenta de que en mi cabeza mando YO, exterioricé al monitor (me hizo sentir comodísima, charlamos mientras volamos Vejer) como me sentía, para ser mas exacta le dije literalmente “estoy atacada, y veo a todo el mundo tranquilo” el hecho de normalizar mi situación y compartir mis emociones bajó mi estado de ansiedad (su respuesta la verdad que también).
En cuanto fui consciente de todo el proceso, mi cabeza comenzó a calmarse, pesaba mas mi percepción de control que mi miedo, y ahí, cuando sentía que era YO quien manejaba la situación y libremente elegía, aceptando sentir ese estado de aceleración, EMPECÉ A DISFRUTAR…
La segunda parte vino cuando me vi como un pequeño punto ante la inmensidad que me rodeaba, y entendí que la vida sigue su ritmo sin avisar a nadie, que las sacudidas son muy fuertes a veces, pero que afortunados somos de pertenecer a esta maravilla, la propia existencia como tal, tiene tanto valor… nos rodea una belleza incuestionable, el mundo, la naturaleza, que carga de contenido nuestra vida.
Sentí paz, equilibrio, activación, vitalidad concentrada en el momento, tanto agradecimiento, que mereció la pena con creces. Volé con Parapente Vejer, ni que decir de la belleza de las vistas, una pasada.
Me quedo con como manejé mi pensamiento, me quedo con sentirme libre, me quedo con no retirarme, me quedo con la VIDA y sentirme VIVA, y sé que a veces nos lo ponen difícil para buscar la parte positiva de todo, pero… poder respirar día a día es un lujo que no todo el mundo ve.
PD: estoy muy ilusionada con todo los proyectos nuevos, deseando contaros, y sobre todo aportar mi granito de arena a la salud mental y física.