He aprendido que lo que tiene que ser será, que el que la sigue la consigue, que no siempre el resultado es el que esperamos pero si disfrutas del proceso se convierte en algo maravilloso, que las cosas que quieres no caen del cielo, requieren trabajo, que aunque lo veas muy lejos, después de la tormenta siempre llega la calma o al menos alguna que otra alegría te darán y que siempre, siempre, tengas los ojos muy abiertos porque a veces no hace falta mirar más allá para encontrar la felicidad.
Aprendiendo a ser feliz con poco